Que entre la docena de aspirantes a la presidencia municipal de Puebla enlistada por el gobernador Mario Marín Torres a un grupo de columnistas aquella mañana del 15 de julio en Casa Puebla, sí hay favorito —como ya se lo había adelantado— pero que éste se quedará en el camino.

Que el secretario de Gobernación, Mario Montero Serrano, sí encabeza las encuestas de aspirantes priístas a la presidencia municipal, pero por poco margen y con un agravante que no puede ignorarse: son más los que votarían en su contra que a favor de él.

Que dentro del primer círculo del gobernador Mario Marín ya se valora la posibilidad de ampliar el abanico de aspirantes a la alcaldía de Puebla para incluir a personajes que se han sentido marginados o excluidos, como Víctor Manuel Giorgana Jiménez, pero también para insertar a otro (el verdadero tapado) que dará mucho de qué hablar.

Que el referido personaje tiene cualidades y atributos que serán de mucha ayuda para suplir las carencias y debilidades de Javier López Zavala en la capital del estado. Se trata de un político cien por ciento urbano, con un perfil joven y exitoso, cercano a la presidenta Blanca Alcalá, con buenas relaciones a nivel federal y con vínculos muy estrechos con el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.

Que su nominación a la presidencia municipal sería bien recibida por la militancia priísta y la clase política, para la cual representaría una señal de apertura e inclusión, frente a las voces que recio y quedito han criticado la ambición de los marinistas por no querer compartir el pastel.

Que el tapado en cuestión fue diputado federal, presidente de la Comisión de Hacienda en la pasada legislatura, y actualmente se desempeña como asesor económico y financiero del gobernador Mario Marín. Su nombre: Jorge Charbel Estefan Chidiac.

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Que en la reunión de trabajo que este miércoles sostendrá la delegada del CEN y el presidente del CDE del PRI con cinco o seis aspirantes a la gubernatura de Puebla se dejará en claro que la presidenta municipal Blanca Alcalá Ruiz ha decidido, por voluntad propia, mantenerse al margen de la sucesión gubernamental.

Que hace más o menos 20 días, el dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier, se comunicó con ella para invitarla formalmente a participar y que, en esa entrevista, Blanca Alcalá no sólo se descartó, sino que le expresó su intención de concluir su gestión de tres años como presidenta municipal.

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Que este miércoles se reunirán a desayunar con Jorge Rodríguez y Morgado, secretario de Gestión Urbana y Obra Pública para el Desarrollo Sustentable del ayuntamiento de Puebla, un grupo de constructores que quieren para sí la obra del viaducto elevado en el boulevard Atlixco.

Que al encuentro, convocado en el Hotel Presidente Intercontinental, han sido invitados algunos expresidentes de cámara y colegio profesionales como José Luis Hernández Cano, Héctor Rojas, Javier Torres Leiva y Armando Adame, así como algunos constructores como Raúl Pardo del Valle y Rubén Barroso; y líderes sindicales como Ángel Hernández, que a nivel nacional agrupa a los terraceros afiliados a la CTM.

Que el principal promotor de la reunión es el presidente fundador del Consejo Patronal de Hombres de Negocios, Eduardo García Suárez, a quien muchos le harán este miércoles el vacío.

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Que de un momento a otro se conocerá que los tres funcionarios del ayuntamiento de Puebla separados de sus cargos y contra de quienes se abrió un proceso penal como presuntos responsables del árbol que mató a un niña, la tarde del domingo 5 de julio en el zócalo citadino, no tienen ninguna responsabilidad legal.

Que el juez que analizó el caso no pudo encontrarlos responsables de ninguna negligencia o irregularidad, no porque no la hubiera, sino por errores del Ministerio Público en la integración de la averiguación previa.

Que la resolución del juez provocará nuevas presiones por parte del líder sindical del ayuntamiento de Puebla, Israel Pacheco Velázquez, quien exigirá a la presidenta municipal la reinstalación de sus compañeros, entre ellos el que fuera director de Parques y Jardines.

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Simón dice:

«El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.»

Winston Churchill (1874-1965). Estadista, historiador y escritor británico.

Así como las circunstancias la favorecieron en 2007, primero para lograr la nominación del PRI a la presidencia municipal, y luego para ganar las elecciones y convertirse en la primera alcaldesa de Puebla, hoy Blanca Alcalá Ruiz es víctima de las circunstancias de la sucesión gubernamental.

Trataré de explicarme:

Blanca Alcalá enfrenta el recelo del gobernador Mario Marín Torres y de algunos miembros de su burbuja, que creen ––y con sobrada razón–– que la presidenta municipal podría colarse a la puja por Casa Puebla en los comicios de noviembre de 2010, dado su posicionamiento electoral.

Aunque la alcaldesa se ha descartado una y otra vez para tal cargo, la verdad es que entre la clase política no son pocas las voces que sostienen que Blanca Alcalá podría ser una buena opción, en caso de un escenario complicado para el PRI, que hoy ––dicho sea con toda claridad–– no se vislumbra.

¿Qué tendría que ocurrir para que al PRI se le complicará la sucesión gubernamental?

Un escenario posible es que el gobernador Mario Marín se entercará en imponer a su secretario de Desarrollo Social, sin conseguir el consenso de los demás aspirantes priístas; que Javier López Zavala no lograra revertir algunas tendencias negativas, como el voto de rechazo de ciertos sectores; y que la contienda por la gubernatura se apretara por la nominación de Rafael Moreno Valle como candidato del PAN.

En esas circunstancias, que tampoco pueden descartarse, Blanca Alcalá podría colarse a la sucesión gubernamental, dado el nivel de conocimiento, confianza y potencial de voto que le conceden diversas encuestas, que la ubican como la aspirante de más confianza y como la tercera con mayor potencial de voto, por abajo de Moreno Valle y López Zavala.

Esta realidad no es desconocida por el gobernador Marín y tampoco por algunos de sus operadores. De ahí el recelo.

A manera de anécdota, le cuento que hacia finales del año pasado Blanca Alcalá y el gobernador Mario Marín realizaron una gira por la capital del estado, y en el evento ––una ceremonia donde se entregaron recursos a productores––, el maestro de ceremonias anunció la intervención de la presidenta municipal. Cuando ésta se levantó del presidium para dirigirse al micrófono, el gobernador se acercó al secretario de despacho, cuya dependencia había organizado el acto, para decirle en tono de reclamo: “para qué la invitan a hablar … la gente va a pensar que le estoy dando juego”.

Pero la evidencia más elocuente de que Alcalá no está en el ánimo del gobernador, y de que Marín quiere dejarla fuera de la contienda priísta por la sucesión está en los recursos que su gobierno ha canalizado al ayuntamiento de Puebla para obra pública.

De los 609 millones que la gestión de Blanca Alcalá aplicó en su primer año para pública, 450 millones corresponden a fondos federales y a recursos propios, 125 millones a recursos extraordinarios de la Federación, por gestiones directas de la presidenta municipal, y el resto, es decir, alrededor de 30 millones, a recursos del gobierno del estado.

En otras palabras: de los 2 mil millones de pesos que, según el gobernador su administración invierte de manera coordinada con el ayuntamiento de Puebla en obras como el Centro de Convenciones, la ampliación del Periférico, la vía Atlixcáyotl, y otras vialidades en juntas auxiliares como la carretera a Canoa, La Resurrección y la Puebla-Valsequillo, sólo 30 millones de pesos son ejercidos directamente por Blanca Alcalá.

EN CORTO
Este sábado el presidente municipal de Xicotepec de Juárez, el panista Juan Carlos Valderrábano Vázquez, se dio el lujo de reunir en su primer informe de labores, al senador Rafael Moreno Valle Rosas, y al secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala. Este último acudió no sólo con la representación del gobernador Mario Marín Torres, sino también con su helicóptero.

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Entre los prospectos que la presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, ha comenzado a analizar como probables sustitutos de Guillermo Alberto Hidalgo Vigueras al frente de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal figuran Isidro González Blanco y Fernando Fierro Aldana.

Isidro González fue secretario de Seguridad Pública en Pachuca, Hidalgo, dependencia en la cual también se desempeñó como director de la Unidad de Inteligencia para la Prevención del Delito. Es licenciado en Derecho por la UNAM, y ha laborado como asesor de seguridad de Pemex, como director de Seguridad y Protección Civil en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), y como agente de inteligencia en el CISEN. También ha prestado sus servicios para la PGR y ha recibido cursos del Servicio de Inteligencia Israelí y el gobierno de los Estados Unidos.

Fernando Fierro fue jefe regional de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en Puebla y Yucatán. Ha laborado para la PGR  y en  la Academia de Altos Mandos de San Luis Potosí. Durante su paso por Puebla, en la gestión de Rolando López Villaseñor como delegado de la PGR, estuvo involucrado en los pitazos a comerciantes de piratería en la zona de la CAPU y La Cuchilla.

Ambos, por cierto, son recomendados del ex diputado federal Víctor Díaz Palacios.

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Este lunes podrían darse una serie de paros y protestas en diferentes clínicas y centros hospitalarios, con el apoyo de personal de base y homologados, para reventar al secretario de Salud del estado, Antonio Marín y López.

La inconformidad es alentada por el líder sindical Malcom Ramírez Martínez y Sandra González de Ita, directora o ex directora de Protección Social en Salud, que no es otra cosa que el llamado Seguro Popular.

La suspensión de actividades se extenderá también al interior del estado, con la complicidad de los coordinadores de las Jurisdicciones Sanitarias 4 de El Seco, 7 de Izúcar de Matamoros y 8 de Acatlán de Osorio, Óscar Antonio de la O, Alberto Gómez Orta y Lisseth Violeta Aguilar Rodríguez, respectivamente.

No está de más apuntar que tanto el líder sindical, Malcom Ramírez, como la ex directora del Seguro Popular y algunos de los coordinadores jurisdiccionales, tienen como padrinos políticos de este movimiento a secretarios de despacho del gabinete marinista.

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Simón dice:

“Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno, ni reinará la concordia”
Platón, filósofo griego.

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Durante la entrevista que el periodista Arturo Luna Silva le hizo al gobernador Mario Marín Torres, éste afirmó que las señales en una sucesión gubernamental —como la suya— son parte del folclor de la política.

Y en efecto, son parte del folclor.

Aunque en su caso, me parece que las señales enviadas a la clase política local, haciéndole saber quién es su favorito para sucederlo en el cargo, son ya tan claras —o tan descaradas, para el cifrado o simbólico lenguaje de la política mexicana— que hasta un lerdo en asuntos partidistas o electorales sabe que el verdadero estratega del “Proyecto Z” es Mario Marín.

Si el gobernador se saldrá o no con la suya, es otra cosa. Lo cierto es que Marín, a semejanza de sus antecesores, también tiene favorito y que éste no es otro más que el secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala.

Las señales, insisto, son evidentes.

Una cosa es que el gobernador declare públicamente, como lo hizo con Arturo Luna y otros periodistas en vísperas de su cuarto informe de gobierno, que antes del 2010 está el 2009, que en distintos tonos ha reconvenido a los aspirantes a sucederlo a que esperen los tiempos electorales, y que no tiene favorito; y otra la que transmite con sus acciones y omisiones en el ejercicio del poder.

Marín, no hay que olvidarlo, es un político a la vieja usanza, que conoce el folclor de la política, que sabe engañar con la verdad, pero también es consciente de la importancia de las señales en un proceso de sucesión gubernamental.

Y no me digan, por favor, que la comida convocada por Javier López Zavala, después de que el gobernador Mario Marín rinda este viernes su cuarto informe de gobierno en el auditorio del Complejo Cultural Universitario, carece de significado.

¿Quién que no tenga la bendición del Señor de los Fuertes de Loreto y Guadalupe puede organizar una comida para cinco mil personas en pleno Día del Gobernador?

La comilona zavalista —que el dirigente municipal priísta Carlos Meza Viveros calificó como una mentada de madre y como un despropósito— en realidad no es más que otra señal que el propio Marín hará evidente con su presencia.

Y vuelvo a insistir: una cosa es que Marín haya dicho —como se lo declaró a Alejandro Mondragón en su noticiario Al Portador— que el viernes comerá en Casa Puebla y otra, muy diferente, que no asistirá al festejo de su delfín.

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Este miércoles estuvo en Xicotepec de Juárez, en un recorrido por aire y tierra, el senador Rafael Moreno Valle Rosas.

El aspirante a la gubernatura de Puebla, fiel a su estilo, aprovechó su estancia en Xicotepec para promoverse, con el reparto de juguetes, pero también para enviar la señal de la ex diputada local Gloria Marroquín Santos es un su candidata a diputada federal por el distrito 1 con cabecera en Huauchinango.

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Simón dice:
“Dios no juega a los dados”
Albert Einstein.

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