Viaducto elevado, ¿la gran obra o el gran yerro de Alcalá?
* Jorge Sánchez, trata de imponer nuevo director en el IEE
* Fernando Morales, el diputado desobediente del PRI
La «gran obra» de la presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz —un Viaducto Elevado, si así puede llamarse una vialidad de 1,500 metros de longitud sobre el boulevard Atlixco—, podría convertirse, paradójicamente, en uno de sus peores yerros, por tratarse de una obra poco prioritaria, que endeudará las ya de por sí comprometidas finanzas del ayuntamiento con 180 millones de pesos adicionales, pero que además es rechazada por los vecinos y comerciantes de la zona.
El llamado Viaducto Elevado es una obra polémica en términos políticos, financieros y técnicos. Políticamente, porque la alcaldesa ha pretendido utilizarla para catapultar sus aspiraciones a la gubernatura, mientras que sus críticos y detractores —en particular el exalcalde Enrique Doger Guerrero y el regidor priísta Enrique «Kío» Chávez Estudillo— han buscado que, so pretexto de la obra y el crédito que contratará el ayuntamiento, Blanca Alcalá se comprometa públicamente a concluir su gestión de tres años.
En el plano técnico, el Segundo Piso que se planea sobre el boulevard Atlixco, es también controversial, empezando por el nombre. ¿Puede denominarse Viaducto Elevado una avenida de escasos 1,500 metros de longitud, que irá de la calle Matamoros, en la colonia La Paz, hasta el puente que cruza el Río Atoyac, casi enfrente de la plaza comercial JV San José?
Los segundos pisos se han diseñado como una alternativa para resolver problemas crónicos de tránsito en una ciudad, pero para que funcionen es necesario que éstos se conecten a vialidades menos congestionadas, lo que no ocurrirá con el Viaducto Elevado cuya rampa de salida va a desahogar en el Puente de la Juventud, que a horas pico está convertido en un nudo gordiano.
Un segundo piso corto no resolverá ningún problema de tránsito, si manda los congestionamientos viales va de una zona conflictiva a otra zona conflictiva.
De ahí la conveniencia de que antes de que se inicien los trabajos, el ayuntamiento —a través del secretario de Gestión Urbana y Obras Públicas, Jorge Rodríguez y Morgado— ponga del conocimiento de los especialistas, los estudios de origen y destino actualizados —no los que se hicieron en el sexenio de Manuel Bartlett—, así como el proyecto ejecutivo de la obra.
El monto que la administración de Blanca Alcalá Ruiz tiene previsto gastarse en el llamado Viaducto Elevado, 280 millones de pesos, de los cuales 180 millones saldrán de un nuevo crédito bancario, es igualmente debatible.
De entrada, porque tal obra no es percibida por quienes vivimos en la capital como altamente prioritaria.
Nadie niega los graves problemas de tránsito que existen en la zona, pero la intención de hacer un segundo piso parece más una obra de relumbrón y orgullo personal, que una alternativa eficiente y eficaz para terminar con los congestionamientos viales que a horas pico se registran en los cruceros del boulevard Atlixco con la 25 y la 31 Poniente, y con el Circuito Juan Pablo II.
Si Blanca Alcalá quiere dejar huella a su paso por el gobierno de la ciudad, sería mejor que no aumentara la deuda del ayuntamiento, que gestionara del gobierno de Mario Marín y de la Federación mayores recursos para pavimentación de calles y alumbrado público, y que se concretara a cumplir las promesas que hizo en campaña.
¿O acaso ya se le olvidaron?
Cuando todos los consejeros y representantes de partidos políticos daban por hecho la ratificación de José Antonio Bretón Betanzos, como director general del Instituto Electoral del Estado (IEE), el viernes por la tarde el consejero presidente del organismo, Jorge Sánchez Morales, le giró un memorandum solicitándole dos cosas: uno, desocupar la oficina que desde el 12 de septiembre de 2003 ocupa y, dos, que hiciera la entrega de la misma a la Contraloría Interna.
El presidente del IEE tomó esa decisión a espaldas de sus homólogos, que en diferentes mesas de trabajo le plantearon discutir la ratificación o salida de José Antonio Bretón, a lo que éste siempre se rehusó.
Ahora el tema se analizará el martes, en sesión del Consejo General, y la intención de Jorge Sánchez es nombrar un nuevo director general, sin antes poner a la consideración de los consejeros y representantes de partidos políticos la ratificación del director saliente.
El problema es que tal decisión vulnera los derechos de José Antonio Bretón, quien tendría derecho a ser ratificado, en términos del artículo 96 del código electoral vigente, amén de que ésta contradice algunas jurisprudencias de la Suprema Corte, que refieren que en aquella instancia donde un nombramiento está por vencer y existe la posibilidad de la ratificación, lo primero que debe hacerse es revisar y evaluar el desempeño del que ocupa el cargo.
En ese escenario, lo más probable es que en la terna de candidatos que el presidente del IEE someta la consideración del Consejo General para ocupar el cargo de director general, éste incluya el nombre de José Antonio Bretón, para que primero se discuta el desempeño de éste y se evalúe la conveniencia de ratificarlo o no en el puesto.
Fernando Morales Martínez se ha convertido en un legislador incómodo para el coordinador formal y la coordinadora real de los diputados federales poblanos en San Lázaro, Juan Carlos Lastiri Quirós y Mercedes del Carmén Guillén Vicente, respectivamente.
Y es que aprovechando sus conectes, el hijo del exgobernador Melquiades Morales Flores prácticamente se ha deslindado de Lastiri y de Paloma, sobre todo de ésta última con quien no mantiene una buena relación desde la campaña política.
La aún delegada del CEN del PRI tuvo varias diferencias con Fernando Morales a causa de su protagonismo y de su comportamiento como «pobre niño rico» durante el reciente proceso electoral, de ahí que el hijo de Melquiades ha optado no sólo por ignorar sus llamados e invitaciones, sino por hablar mal de ella con otros legisladores del Congreso de la Unión.
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La declaración que este domingo hizo Blanca Alcalá, en el sentido de que será hasta enero cuando defina si participa o no en la contienda por la gubernatura, revela dos cosas: una, que sí aspira a sustituir a Mario Marín en Casa Puebla, aunque el dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier, diga lo contrario y, dos, que su expectativa de alcanzar la nominación depende, en buena medida, de lo que ocurra con Javier López Zavala de aquí hasta fin de año.
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Simón dice:
«Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río».
Nikita Jruschov (1894-1971) Presidente de la URSS.