Durante la entrevista que el periodista Arturo Luna Silva le hizo al gobernador Mario Marín Torres, éste afirmó que las señales en una sucesión gubernamental —como la suya— son parte del folclor de la política.

Y en efecto, son parte del folclor.

Aunque en su caso, me parece que las señales enviadas a la clase política local, haciéndole saber quién es su favorito para sucederlo en el cargo, son ya tan claras —o tan descaradas, para el cifrado o simbólico lenguaje de la política mexicana— que hasta un lerdo en asuntos partidistas o electorales sabe que el verdadero estratega del “Proyecto Z” es Mario Marín.

Si el gobernador se saldrá o no con la suya, es otra cosa. Lo cierto es que Marín, a semejanza de sus antecesores, también tiene favorito y que éste no es otro más que el secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala.

Las señales, insisto, son evidentes.

Una cosa es que el gobernador declare públicamente, como lo hizo con Arturo Luna y otros periodistas en vísperas de su cuarto informe de gobierno, que antes del 2010 está el 2009, que en distintos tonos ha reconvenido a los aspirantes a sucederlo a que esperen los tiempos electorales, y que no tiene favorito; y otra la que transmite con sus acciones y omisiones en el ejercicio del poder.

Marín, no hay que olvidarlo, es un político a la vieja usanza, que conoce el folclor de la política, que sabe engañar con la verdad, pero también es consciente de la importancia de las señales en un proceso de sucesión gubernamental.

Y no me digan, por favor, que la comida convocada por Javier López Zavala, después de que el gobernador Mario Marín rinda este viernes su cuarto informe de gobierno en el auditorio del Complejo Cultural Universitario, carece de significado.

¿Quién que no tenga la bendición del Señor de los Fuertes de Loreto y Guadalupe puede organizar una comida para cinco mil personas en pleno Día del Gobernador?

La comilona zavalista —que el dirigente municipal priísta Carlos Meza Viveros calificó como una mentada de madre y como un despropósito— en realidad no es más que otra señal que el propio Marín hará evidente con su presencia.

Y vuelvo a insistir: una cosa es que Marín haya dicho —como se lo declaró a Alejandro Mondragón en su noticiario Al Portador— que el viernes comerá en Casa Puebla y otra, muy diferente, que no asistirá al festejo de su delfín.

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Este miércoles estuvo en Xicotepec de Juárez, en un recorrido por aire y tierra, el senador Rafael Moreno Valle Rosas.

El aspirante a la gubernatura de Puebla, fiel a su estilo, aprovechó su estancia en Xicotepec para promoverse, con el reparto de juguetes, pero también para enviar la señal de la ex diputada local Gloria Marroquín Santos es un su candidata a diputada federal por el distrito 1 con cabecera en Huauchinango.

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Simón dice:
“Dios no juega a los dados”
Albert Einstein.

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