Aunque el gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, creía que el PRI le iba dejar escoger a su sucesor, las últimas noticias que llegan del vecino estado apuntan en sentido contrario: que sus dos gallos a relevarlo podrían estar ya descartados por no ser garantía de triunfo.

Pero lo más grave para él, pero sobre todo para su hijo Marianito, es que en la recta final están dos cuadros del PRI que están muy distantes de su gobierno: Noé Rodríguez Roldán y Anabell Ávalos Zempoalteca.

El primero tiene el apoyo del poderoso e influyente subsecretario de Gobernación federal, Luis Enrique Miranda Nava, quien la semana pasada lo reunió con el presidente Enrique Peña Nieto.

La segunda renunció el viernes pasado a la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), luego que la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, le comunicó al mandatario estatal que Anabell Ávalos podría ser la elegida del PRI para sucederlo.

Mariano Zarur le expresó a Rosario Robles su inconformidad y ésta, a su vez, le hizo saber que ella solo era una mensajera y no la responsable de esa decisión.

La ex delegada de la Sedesol tiene entre sus impulsores al ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, y al ex gobernador de Tlaxcala, Antonio Álvarez Lima.

Los dos gallos de Mariano González Sénior y Mariano González Junior que participan todavía en el proceso de selección del PRI,  pero con la advertencia de que no son garantía de triunfo, responden a los nombres de Marco Antonio Mena Rodríguez y Ricardo García Portilla.

Mena Rodríguez se separó la semana pasada de la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI de Tlaxcala y García Portilla fue secretario de Finanzas de Mariano y hoy se desempeña como diputado federal.

Ambos están estrechamente vinculados al Ejecutivo estatal y, por lo mismo, carecen del respaldo de otros grupos priístas fuera de la órbita de Mariano Sénior y Marianito Junior.

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En el estado de Tlaxcala la alianza PAN-PRD está casi por abortar, ya que ninguna de las dos principales aspirantes a la gubernatura, la panista Adriana Dávila Fernández y la perredista Lorena Cuéllar Cisneros, quiere dar su brazo a torcer.

Ambas senadoras quieren encabezar la coalición y ni ellas ni sus dirigentes locales y nacionales han encontrado la fórmula para un acuerdo electoral.

Esta situación le abre al PRI la posibilidad de mantener la gubernatura, a pesar del desgobierno de Mariano González y su vástago del mismo nombre.

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Con la popularidad que tiene la presidenta del Sistema Estatal DIF de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo, en algunas ciudades del país, como Monterrey o Aguascalientes, donde algunos mensajes suyos con motivo de su informe de labores al frente de este organismo se convirtieron en trending topic, no estaría de más considerarla como una promotora nacional.

Sobre todo ahora que dejará el DIF para asumir la secretaria general del Comité Directivo Estatal del PAN, la influencia mostrada por Martha Erika Alonso en twitter una semana antes de su informe, bien podría ser aprovechada por el dirigente nacional panista Ricardo Anaya Cortés o por su marido el gobernador de Puebla, para que mejoren su posicionamiento en esa influyente red social.

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Este miércoles se inauguró y bendijo con una tienta de vaquillas el ruedo de la ganadería Juan Huerta en la ex hacienda de San José Tepeyahualco, en el vecino estado de Tlaxcala.

Al acto acudieron familiares y amigos de Juan Huerta Ortega así como toreros, ganaderos de toros de lidia y otras figuras de la fiesta brava.

Tras la tienta vino la bendición del ruedo y una comida dentro de la ex Hacienda, que la familia Huerta Cruz ha comenzado a rescatar después de años de abandono.

La ex Hacienda tiene una larga historia pues fue cuna de la ganadería de Piedras Negras y propiedad del empresario pulquero y ganadero Luis Flores.

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