Morenovallistas buscan que el CEN del PRD no registre candidato

Beltrones confirma que la elección de Puebla no está arreglada

Será este el lunes cuando el Comité Ejecutivo Nacional del PRD decida, por un lado, ratificar su facultad de atracción del proceso de selección de su candidato a la gubernatura de Puebla y, por otro, nombrar al que será su abanderado o abanderada a suceder al gobernador Rafael Moreno Valle.

Las posibilidades de que el PRD opte por no postular candidato a la minigubernatura, tal como lo acordó Movimiento Ciudadano (MC), me parecen remotas.

Sin embargo, tampoco se puede descartar que así lo intenten algunas corrientes como Nueva Izquierda o algunos miembros del CEN perredista vinculados al gobernador Rafael Moreno Valle que no han podido cumplir el compromiso que hicieron con él para ir en alianza con el PAN en la persona del ex presidente municipal de Puebla, José Antonio Gali Fayad.

Dos serán las estrategias que seguramente intentarán. La primera es esa, la de no postular candidato, y la otra buscar que el elegido sea una figura afín al morenovallismo como Miguel Ángel de la Rosa Esparza o Julián Rendón Tapia, aunque sea totalmente desconocida por la población en general.

Su propósito es claro: Si el PRD tiene que registrar candidato que el elegido no sea un opositor al gobierno del estado, ni le quite votos al candidato de la coalición Sigamos Adelante, conformada por el PAN, el Panal, el PT y los partidos estatales Pacto Social de Integración (PSI) y Compromiso por Puebla (CPP).

Sin embargo, creo que el dirigente nacional del PRD, Agustín Basave Benítez, está en otra lógica y rechazará ambas pretensiones ante la necesidad que tiene el sol azteca de reposicionarse como la primera opción de izquierda y como la tercera fuerza política la entidad.

Y en ese contexto lo más probable es que el Comité Ejecutivo Nacional del PRD se incline por postular a la ex diputada federal Roxana Luna Porquillo, por ser la carta más conocida y mejor posicionada, pero además ser la más competitiva entre los perredistas que buscan la nominación.

Según una encuesta de Parametría, levantada entre el 5 y el 9 de febrero, Roxana Luna tiene una opinión efectiva del 54%, superando en este reactivo a la presidenta del Comité Ejecutivo Estatal, Socorro Quezada Tiempo, y al presidente del Consejo Estatal del PRD, Erick Cotoñeto Carmona, así como al futuro candidato de Morena, Abraham Quiroz Palacios.

En los careos de aspirantes a la gubernatura de Puebla, Roxana Luna es también la perredista mejor evaluada, aunque en estos es superada por el candidato de Morena por dos puntos.

La nominación de la ex diputada federal seguramente intentará ser frenada por los morenovallistas, toda vez que la dirigente del movimiento social Los de abajo ha sido una de las principales críticas del gobernador en temas como el desalojo de Chalchihuapan, la detención de mototaxistas y la existencia de presos políticos.

EN CORTO

Si algo quedó claro en la convención de delegados donde Blanca Alcalá Ruiz fue nombrada candidata del PRI a la gubernatura de Puebla, en el discurso del dirigente nacional del tricolor Manlio Fabio Beltrones y en la entrevista que éste concedió a los medios poblanos, es que la elección del primer domingo de junio está lejos de encontrarse arreglada.

Lo que se confirmó, en todo caso, es que el proceso será muy competitivo y rijoso entre aquellos que pugnan por un cambio y el fin del autoritarismo y aquellos otros que le apuestan a la continuidad valiéndose de todos los recursos del Estado para conseguirlo.

Tanto la candidata a la gubernatura como el dirigente nacional priísta ya perfilaron cuáles serán la tónica y los temas de campaña a los que piensan recurrir para ganar los comicios: no al continuismo de Moreno Valle y no a un títere al frente de la gubernatura de Puebla.

Los morenovallistas, a su vez, centrarán su estrategia para conservar la gubernatura de Puebla en el espionaje de sus adversarios, en comparar las gestiones municipales de Blanca Alcalá y Tony Gali, y en sembrar la sospecha de que el triunfo de la ex alcaldesa significaría el retorno de Mario Marín Torres.

Los electores dirán al final cuál de las dos campañas fue más convincente. Por lo pronto habrá que comprar palomitas porque la función apenas comienza.

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¿Se imagina usted al senador Javier Lozano Alarcón como candidato del PRD a la gubernatura de Puebla en el 2016 o como contrincante en una interna del partido del sol azteca con el también senador poblano, Luis Miguel Barbosa Huerta?

Pues aunque usted no lo crea hay quien sí y no sólo eso: mandó a medirlo a través de una encuesta estatal contratada a la empresa Covarrubias y Asociados que lo incluyó en una lista de aspirantes a suceder al gobernador Rafael Moreno Valle en Casa Puebla.

En la relación de aspirantes a la mini gubernatura aparecen también la senadora Blanca Alcalá Ruiz y el ex alcalde de Puebla, Enrique Doger Guerrero, del PRI; el senador perredista Luis Miguel Barbosa y el activista y académico Abraham Quiroz Palacios, por el partido Morena.

Pero lo interesante del caso es que Covarrubias y Asociados no evaluó a Lozano Alarcón como abanderado del PAN a la gubernatura, o del PRI, partido en el que también militó antes de 2006, sino como perredista.

No crea que se trata de un error o equivocación del encuestador. Para nada.

En el cuestionario de 26 reactivos al que tuvo acceso este reportero el nombre del polémico senador morenovallista figura en al menos 5 preguntas, dos tarjetas y dos boletas electorales simuladas que se muestran al entrevistado, como futuro candidato del PRD a la gubernatura.

Aquí las evidencias.

Absurdo, ¿verdad?

A ciencia cierta desconozco cuál es la intención de medir a Lozano Alarcón no sólo como aspirante a la gubernatura o posible candidato del partido del azteca a la gubernatura de Puebla, sino como contrincante del propio alcalde capitalino José Antonio Gali Fayad en los comicios locales del 2016.

¿Acaso se trata de una burda maniobra de ir sembrando el nombre del polémico legislador —que pasó de distinguido priísta a furibundo panista en menos de una década—, para posicionarlo en la mente de los ciudadanos o los votantes?

¿A poco Covarrubias y Asociados ya se presta a la manipulación electoral disfrazada de encuestas push poll?

¿Quién es el patrocinador de esta encuesta y con qué malsano propósito?

Cualquiera que sea el caso, el ejercicio demoscópico seguramente demostrará lo que todo mundo sabe en Puebla: que Lozano Alarcón es un político fanfarrón y arrogante que no ganaría una elección ni siquiera en el edificio residencial donde vive en Puebla.

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Este martes Javier Casique Zárate se despidió de la Coordinación de Asesores que tenía en la Lotería Nacional para integrarse de tiempo completo al equipo de campaña de Enrique Doger Guerrero a la gubernatura de Puebla.

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Aunque ya se ha comentado en términos generales la encuesta que en el CEN del PRI levantó para medir a sus aspirantes a la gubernatura, y a los de los otros partidos políticos, vale la pena detenernos en algunos detalles que resultan incluso más interesantes que saber quién encabeza las preferencias electorales en el PRI, en el PAN y entre los militantes o simpatizantes de izquierda.

El primer detalle a resaltar es que se trata de un estudio elaborado por una encuestadora que igual trabaja para la dirigencia nacional del PRI que para el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

Otro aspecto interesante es que el estudio presenta no solo los resultados de una, sino de tres encuestas con una muestra estatal, la última de las cuales se efectuó entre 23 y el 25 de septiembre del año en curso. Las otras dos se realizaron en los meses de julio y agosto.

En la preferencia partidista, el dato relevante es que si hoy fueran las elecciones para gobernador, habría un empate entre el PAN y el PRI, cada cual con 25 puntos; y que la tercera posición se la llevaría Morena con el 8.21% de la intención de voto, que equivale al doble de los sufragios que obtendría el PRD.

La encuesta refleja otro dato revelador: que el voto de rechazo ya no lo concentra en Puebla el PRI, aun cuando sigue siendo el partido con el porcentaje más alto de votos en contra con el 26.34%. Le sigue el PAN con el 21.66%, y el PRD con el 15.75%.

Entre los priístas la senadora Blanca Alcalá es la mejor posicionada, al sacar 6.9 puntos al aspirante que le sigue (Enrique Doger Guerrero), y 10.5 puntos al tercer aspirante del tricolor mejor evaluado (Alejandro Armenta Mier).

Por lo que hace a los aspirantes del PAN, la superioridad del alcalde de Puebla, José Antonio Gali Fayad, sobre el resto de los precandidatos es indiscutible. La ventaja de éste sobre su antecesor en la alcaldía, Eduardo Rivera Pérez, es de 9.78 puntos, y sobre el diputado Jorge Aguilar Chedraui de 14.4 puntos.

En el comparativo de las encuestas, Gali subió dos 2 puntos entre la primera y la última; Eduardo Rivera cayó un punto de agosto a septiembre, y Aguilar Chedraui también perdió seis décimas entre la primera y la tercera.

La figura mejor rankeada de los partidos de izquierda es el senador Luis Miguel Barbosa, del PRD, con 16.35%; le sigue el presidente municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa, del partido Movimiento Ciudadano con el 12.35%; y el posible candidato de Morena a la gubernatura, Abraham Quiroz Palacios, con el 6.19%.

Sobre el PRD y sus probables candidatos a la gubernatura, no está de más mencionar que tanto el senador Luis Miguel Barbosa como la ex diputada federal Roxana Luna Porquillo tienen más preferencias que el propio partido, ya que mientras por el primero votaría el 16.35% y por la segunda el 6.06%, por el sol azteca sólo lo haría el 4.16%.

Sin importar el partido al cual pertenecen, el aspirante a la gubernatura que puntea las preferencias electorales en la entidad es el alcalde José Antonio Gali, con el 14.11%, seguido por la senadora Blanca Alcalá con el 13.23%, y por el ex diputado federal y ex rector de la BUAP, Enrique Doger.

En la cuarta posición se ubicaría el ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera, con el 5.82% y en la quinta el diputado federal Alejandro Armenta con el 5.56%.

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El senador Manuel Bartlett Díaz rindió la noche de este lunes un informe de tres años en el que criticó las reformas estructurales emprendidas por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto con la complicidad de las fracciones del PRI, PAN y PRD.

Dijo que tales reformas en realidad son dictados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que representa la cara amable del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Al salón del Hotel Quinta Real donde Bartlett rindió su informe acudieron ex dirigentes priístas como Ignacio Mier Velasco y Carlos Meza Viveros; el diputado federal de Morena Rodrigo Abdala y los dirigentes de este partido; ex perredistas como Jorge Méndez, la ex diputada Rosa Márquez y su hijo el ex regidor David Méndez, así como la regidora en funciones Ángeles Ronquillo Blanco; empresarios como Mario Bracamonte y Joaquín Díaz Cid; trabajadores jubilados de la BUAP, y ex dirigentes de organizaciones como la Asamblea Social del Agua.

Acompañaron a Bartlett en su informe las senadoras Layda Sansores San Román, de Campeche, y Martha Palafox Gutiérrez de Tlaxcala.

El gran ausente en el informe fue el suplente del senador Manuel Bartlett, el dirigente estatal de la FROC, René Sánchez Juárez.

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