Por Eduardo González

El Congreso del estado de Puebla siguió los pasos tomados por los legisladores priístas de Colima y aprobó una reforma en materia electoral que no asumió en su totalidad los cambios dictados a nivel federal.

La homologación de las elecciones para 2010, en el mes de julio, es de entrada el punto más cuestionado y meterá en un brete al poder legislativo en caso de que una controversia constitucional prospere en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Los abogados que conocen de derecho electoral, que en Puebla son muy pocos, sostienen que las posibilidades de que ganen los partidos de oposición -que han anunciado su intención por impugnar la reforma- son amplias y eso obligará a que se aborte la fecha de los comicios.

De acuerdo con un artículo transitorio incluido por la bancada del PRI, en 2010 la contienda fue propuesta para noviembre y no para el mes de julio.

¿Pero qué pasaría si los cambios a la constitución en Puebla van para atrás, se obliga a realizar la elección en julio, y el proceso electoral comienza en noviembre de 2009?

De entrada el arranque de los comicios se empatarán con el proceso de renovación de la dirección general del Instituto Electoral del Estado previsto para el mes de septiembre.

En caso de que el actual titular –José Antonio Bretón Betanzos– no sea ratificado en el cargo, el nuevo funcionario apenas ingrese deberá ya estar al frente de la organización de los comicios estatales.

Además al interior del organismo debería existir preocupación de acercarse al tercer año de gestión de los actuales consejeros electorales y a un nuevo proceso estatal, con cuatro funcionarios como encargados de despacho, sin que se haya convocado a un concurso para seleccionar a sus titulares.

En esta situación se encuentra la Unidad del Servicio Electoral Profesional, la Dirección Administrativa, la Contraloría Interna y la Dirección de Capacitación Electoral y Educación Cívica.

Al paso que va, no sería extraño que el Consejo General organice otra elección y termine su periodo de gestión con un encargado de la presidencia.

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Este jueves sesionará el Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional, encuentro del que surgirán las tres propuestas de candidatos a diputados plurinominales.

Augusta Valentina Díaz de Rivera -también conocida como “Tití”- y Pablo Rodríguez Regordosa están asegurados, pero aunque se mencionó en tercer lugar el arribo de Óscar Anguiano Martínez, su lugar será ocupado por otra figura del partido.

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En la misma sesión se integrarán como miembros del Comité Directivo Estatal el ex diputado federal Guillermo Velázquez Gutiérrez y el actual encargado de prensa de la bancada del PAN en el Congreso local, Ignacio Dávila Mora.

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En la colonia Del Valle, ubicada en el distrito 6 del municipio de Puebla, se presentó el precandidato a diputado por parte del PRI, Francisco Ramos Montaño, ex director del Instituto Poblano de la Juventud.

Con tal de hacerse de la simpatía de los vecinos, vociferó que gracias al PRI se lleva a cabo la urbanización de la avenida Valle Nacional, sin embargo al priísta le pasó por alto que la obra enfrenta un severo retraso y para rematar está mal hecha.

Al enfrentar los reclamos de los colonos, el joven Ramos sólo atinó a decir que las irregularidades se originaron por las gestiones del ayuntamiento. Por fin, ¿la obra la gestionó el PRI o la Comuna?

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La decisión de la mayoría priísta de mantener, al menos hasta el 2010, las elecciones de gobernador para el segundo domingo de noviembre, reactivará la hipótesis de que el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez y/o la presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, pueden convertirse en el “Plan B” del gobernador Mario Marín Torres en su sucesión.

Si los comicios locales del año próximo se hubiesen efectuado el primer domingo de julio, siguiendo el espíritu de la reforma constitucional en materia electoral, automáticamente Enrique Agüera y Blanca Alcalá estarían eliminados de la contienda por la gubernatura de Puebla.

Uno, porque tendría que renunciar a la BUAP a los cuatro o cinco meses después de su reelección como rector, lo que obligaría a la Universidad a ir a nuevas elecciones que se empatarían con las constitucionales de gobernador, con el gravísimo riesgo de que la máxima casa de estudios se partidizara.

Y la segunda porque tendría que dejar el ayuntamiento de Puebla —olvidándose de su compromiso ante notario público de concluir su gestión de tres años— casi a la par de rendir su segundo informe de labores.

La reforma electoral aprobada este jueves por la mayoría priísta del Congreso del estado, afectará sin duda el derrotero que seguía la sucesión gubernamental en el bando tricolor, y que hasta hace unos días parecía definida a favor del secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala.

El más perjudicado con la decisión de mantener los comicios locales del año próximo hasta el segundo domingo de noviembre, es López Zavala, en función del desgaste y el “fuego amigo” a que está siendo sometido dentro y fuera del PRI.

De más está decir que si las elecciones se realizaran el primer domingo de julio de 2010, el tiempo y la coyuntura jugarían a favor del secretario de Desarrollo Social.

En primer lugar, porque con el adelanto de los comicios, se habría quedado sólo en la carrera por la sucesión gubernamental o, al menos, sin rivales de peso que pusieran en riesgo la viabilidad del “Proyecto Z”.

Y en segundo término, porque López Zavala podría capitalizar en su propio provecho la ola de las elecciones federales de este año, y que se prevé sean favorables para el PRI en la mayoría de los 16 distritos federales de la entidad.

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Simón dice:

“Una vez llegada la desgracia, de nada sirve quejarse”
Esopo, fabulista griego.

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Muchas son las lecturas que pueden hacerse de la interesante encuesta publicada este jueves por el periódico Intolerancia sobre el posicionamiento electoral, en la capital del estado, de los principales aspirantes a la gubernartura.

Por principio de cuentas, debo aclarar que difiero de la interpretación central que el director de ese diario, Enrique Núñez Quiroz, dio a los resultados de su propia encuesta, pues no creo que lo relevante del estudio sea que Blanca Alcalá y Enrique Agüera son los precandidatos más conocidos y los que inspiran mayor confianza.

Los datos finos de la investigación ––efectuada entre el 19 y el 23 de enero–– se ubican a mi parecer en otro lado: en las gráficas donde se muestra la intención de voto y aquellas que reflejan la confianza y desconfianza que tienen los aspirantes a Casa Puebla entre los electores de la capital del estado.

Un punto no menor es que el ex alcalde de Puebla, Enrique Doger Guerrero, sea quien encabece las preferencias electorales en el municipio de Puebla, por arriba del rector Enrique Agüera, el senador Rafael Moreno Valle y la actual presidenta Blanca Alcalá.

El resultado me parece significativo en el contexto de las campañas negras que algunos medios de comunicación han emprendido contra Enrique Doger, y la cerrazón que otros han mostrado hacia el ex munícipe capitalino.

Otro detalle en el que Enrique Núñez no reparó, pero de suma relevancia, es el relativo a los porcentajes de confianza y desconfianza que registra el delfín del gobernador Mario Marín Torres.

A la pregunta ¿Qué tanta confianza le inspira Javier López Zavala?, el 30.7% de los encuestados respondió que “mucha” y “algo”, pero el 54.2% que “poca” o “nada”.

En este rubro, los resultados de otros aspirantes priístas a Casa Puebla como Enrique Agüera y Blanca Alcalá son mucho mejores, sobre todo en el caso del actual rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, que genera más confianza que desconfianza entre los votantes radicados en la capital del estado.

Esta variable, que un acucioso observador político no puede ignorar, se confirma en otro apartado de la misma investigación.

A la pregunta: ¿Este personaje (Javier López Zavala) le inspira desconfianza?, el 27.3% respondió que sí, y el 72.7% que no.

Lo significativo del caso es que, en este rubro, la percepción de otros precandidatos priístas, como Enrique Agüera, Blanca Alcalá y hasta Enrique Doger, también es mejor, al inspirar menos desconfianza que aquel entre los votantes del municipio de Puebla.

Una cuestión final que a mi juicio fue minimizada por el director de Intolerancia son los porcentajes de votación que registran el PRI y el PAN al cuestionamiento: Si las elecciones para gobernador del estado de Puebla fueran el día de hoy ¿por cuál partido político votaría?

El resultado de esa pregunta es un virtual empate técnico, considerando el margen de error, pues el PRI obtiene el 25.7% de a intención de voto, y el PAN el 24%, lo que me hace suponer que al día de hoy las elecciones para diputados federales también están empatadas, al menos en la capital del estado, ¿O no?

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Hete aquí los nombres de algunos personajes que el senador del PAN, Rafael Moreno Valle, anda promoviendo como candidatos a diputados federales del PAN y PANAL.

Por el blanquiazul, sus prospectos son:

Marco Valseca Romero, presidente de Coparmex Tehuacán, por el distrito 15 de la ciudad de las granadas; e Isidro Camarillo Mirón, ex presidente municipal priísta de Quecholac, por el distrito 8 de Ciudad Serdán.

Y por la franquicia de la maestra Elba Esther Gordillo, es decir, el PANAL:

Isaac Jiménez, ex priísta y ex candidato del tricolor a la presidencia municipal de San Pedro Cholula, por el distrito 10; y Eduardo García Suárez, ex presidente de la Concanaco, por el distrito 12 con cabecera en el municipio de Puebla.

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Simón dice:
“La causa real y determinante que ha hecho perder el poder a los hombres ha sido siempre el haber llegado a ser indignos de ejercerlo”

Alexis De Tocqueville, filósofo y político liberal francés

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Éste será un año de intensa actividad política en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), pues habrá elecciones de rector (en septiembre), de consejeros universitarios (en marzo) y de director en 14 unidades académicas (de febrero a noviembre).

Del primer paquete de cuatro escuelas y facultades, donde profesores, alumnos y trabajadores administrativos elegirán director, ya se publicaron las respectivas convocatorias para el registro de candidatos.

Sin embargo, lo más probable es que los actuales directores de la preparatoria “Emiliano Zapata”, Guillermina Pérez López; y de los Institutos de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, Agustín Grajales Porras, y de Física “Luis Rivera Terrazas”, Gregorio Hernández Cocoletzi; se reelijan el 19 de febrero sin mayores contratiempos.

En el Instituto de Física no hay que descartar una sorpresa de última hora, pues los científicos de esa unidad podrían optar por no reelegir a Hernández Cocoletzi y proponer en su lugar a Juan Francisco Rivas Silva como candidato de unidad.

En la facultad de Medicina también es probable que los grupos que en ella interactúan pacten impulsar como candidatura única al actual secretario académico Rosendo Briones Rojas, quien además goza de la simpatía del rector de la Benemérita Enrique Agüera Ibáñez.

La renovación del máximo órgano de gobierno colegiado de la BUAP, prevista para marzo, no se empatará con ninguna elección de director de las restantes diez unidades académicas.

En cambio, sí está contemplado que el día de las elecciones de rector también se realicen las de director de las preparatorias Alfonso Calderón Moreno, Enrique Cabrera Barroso (urbana) y 2 de Octubre, así como de Enfermería, Administración, Derecho, Biología y Cultura Física.

Las elecciones de director en la facultad de Ciencias de la Comunicación se efectuarían en mayo, y en noviembre las de director de Ingeniería Agrohidráulica.

Al día de hoy, el pronóstico es que Guillermo Nares Rodríguez se reelija en la facultad de Derecho, lo mismo que Jorge Cebada en Biología, Mauricio Caballero “El Empanadas” en Cultura Física, y Juan Manuel Barrios en Agrohidráulica; y que igual suceda con Moisés Avendaño en la preparatoria Alfonso Calderón y con Benjamín Pérez en la preparatoria Enrique Cabrera.

En Ciencias de Comunicación hay dudas sobre la reelección de Patricia Durán; en la facultad de Administración los momios apuntan hacia Ricardo Paredes, quien esta semana fue nombrado por la directora Sara Amalia Vélez como secretario académico. Y en la preparatoria 2 de Octubre aún no hay favorito ni puntero.

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Un nuevo problema enfrenta el secretario de Salud, Antonio Marín y López, pero este nada tiene que ver con el personal médico, paramédico, administrativo y sindicalizado de la dependencia, sino con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SMRN) del estado, y su titular, Francisco Castillo Montemayor.

Resulta que sin el permiso de la SMRN, el doctor Antonio Marín mandó a podar más de 10 árboles de las oficinas centrales, entre sauces, pinos y ahuehuetes.

El hecho provocó la indignación de quienes trabajan en las oficinas de la Secretaría de Salud y fueron ellos quienes dieron parte a las autoridades ambientales, las que este día podrían llegar al edificio de la 5 poniente y 15 sur para aplicar una multa a Marín López.

La poda fue tan indiscriminada que de los 10 frondosos árboles sólo quedaron puros troncos.

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Este martes se apersonaron en las oficinas del Hospital del ISSSTE auditores del Órgano de Control Interno de Instituto para llevar una revisión (dicen que de rutina) a las áreas de Administración, Recursos Humanos, Servicios Materiales, Servicios Generales y Finanzas; todas ellas bajo la responsabilidad de Josefina Trejo Garrido, subdirectora Administrativa del Hospital Regional de Puebla.

La auditoría tomó por sorpresa a Josefina Garrido; y, a decir de los enterados, su nerviosismo no es para menos, pues hay anomalías en algunos contratos de compras de medicinas y otros artículos cuyos montos estarían inflados, así cheques emitidos a favor del sindicato sin justificación.

La repentina auditoría no está desvinculada del conflicto que el pasado 5 de enero sostuvo el director del Hospital Regional, Ricardo Toledo Núñez, con el director general del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes Linares, en un recorrido que realizó a las obras de ampliación del área de consulta externa.

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He aquí algunos aspirantes para ocupar la plaza que dejó vacante Ricardo Toledo Núñez como director del Hospital Regional del ISSSTE el pasado 19 de enero:

Roberto López Rubí, quien ya fue subdelegado y ha ocupado diversos cargos en la Secretaría de Salud del estado.

Salvador Díaz Palacios, quien ya se desempeñó como director del nosocomio en 1997, cargo que tuvo que dejar por problemas con el sindicato.

Alberto Sorcia Aguilar, ex coordinador de Enseñanza e Investigación del Hospital.

Carlos Bustos Morales, ex coordinador del área de Gineco-Obstetricia del Hospital y maestro en administración de hospitales.

Este último es el favorito del delegado del ISSSTE en la entidad, Jorge Aguilar Chedraui.

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Simón dice:

“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos…”
Charles Chaplin, actor, director, escritor y compositor británico.

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Salvo honrosas y contadísimas excepciones, los nombres que integran la lista de candidatos del PRI a diputados federales por la entidad están francamente para llorar.

La lista —que más bien parece tonta, por el bajísimo nivel político y parlamentario de la mayoría de sus integrantes— parece confeccionada no para ir a una elección difícil y competida, sino para mantener el equilibrio de las fuerzas y actores locales rumbo al 2010.

La primera lectura que, a vuelo de pájaro, puede hacerse de los candidatos del PRI es que el gobernador Mario Marín Torres y la dirigencia de su partido deben estar, seguramente, muy confiados en ganar los comicios del primer domingo de julio de este año.

De otra manera uno no se explica cómo el PRI puede atreverse a postular a personajes que, de antemano, se sabe que serán diputados del montón, es decir, del “Bronx legislativo”, que sólo sirven para levantar el dedo en las votaciones mas no para elaborar o discutir una iniciativa de ley, argumentar en tribuna o gestionar recursos extraordinarios para Puebla ante las instancias federales.

¿Qué pueden aportar al debate parlamentario figuras como Juan Carlos Lastiri Quirós, Francisco Ramos Montaño, Blanca Jiménez Hernández o Julieta Marín Torres? ¿Acaso algún día uno de ellos subirá a tribuna, aunque no sea más que para leer un documento redactado por alguien más?

Otra lectura que se desprende de los hombres y mujeres que ayer se registraron ante el PRI como candidatos, es que Marín y sus principales operadores siguen empecinados en mantener secuestrado al PRI poblano con políticos afines a su grupo, de pocas luces pero disciplinados e institucionales. No en balde la frase que, en corto, Marín ha repetido varias veces a sus secretarios de despacho: “Prefiero colaboradores leales antes que brillantes.”

Una tercera —y no menos preocupante— lectura, es que una parte de la mentada lista obedece en realidad a un reparto de cuotas entre grupos políticos y precandidatos a la gubernatura de Puebla.

Baso mi afirmación en lo publicado ayer lunes por Ricardo Morales, en su columna “Serpiente y Escaleras”, bajo el sugerente título “De cómo se palomeó la lista”, donde sostiene —palabras más, palabras menos— que los candidatos son producto del jaloneo y pataleo de dos de los aspirantes a suceder al gobernador Mario Marín.

“En la integración de la lista priista se mezclaron diversos intereses y de nueva cuenta se dieron los tradicionales encontronazos entre el secretario de Gobernación, Mario Montero, y el de Desarrollo Social, Javier López Zavala; así como las presiones de las organizaciones nacionales y personajes con suma influencia en las altas esferas del tricolor como Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones”.

Según Ricardo Morales, los candidatos pertenecientes al corral del secretario de Gobernación son: Carlos Peredo Grau, del distrito 3 de Teziutlán; Juan Pablo Jiménez Concha, del distrito 10 de San Pedro Cholula; así como Efraín García Bello, dirigente de los maiceros del estado, quien se inscribió como aspirante por el distrito 8 de Ciudad Serdán.

Y los de López Zavala: Juan Carlos Lastiri, del distrito 2 de Zacatlán; la diputada local Janet González Tostado, del distrito 5 de San Martín Texmelucan; el junior Francisco Ramos Montaño, del distrito 6 de Puebla; e Isabel Merlo Talavera, del distrito 13 de Atlixco.

La cuarta y última lectura que deja al descubierto la relación es que el PRI ya sabe que el PAN poblano no irá con candidatos fuertes a las elecciones federales sino más bien con figuras de relleno, de escaso liderazgo y pobre capital político y social, y con pocas o nulas oportunidades de ganar o de revertir las tendencias electorales que hoy le son negativas en la mayoría de los distritos de la entidad.

En otras palabras, el PRI sabe que la mayoría de los candidatos del PAN serán como los suyos: pura pipitilla.

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Simón dice:
¡Qué asquerosidad es todo esto! ¿No?
Kamel Nacif Borge, empresario y tahúr

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Contados serán los spots de candidatos en radio y televisión
Ahora tendrán que usar la internet con propósitos electorales

Uno de los funcionarios del ayuntamiento de Puebla que en los próximos días podría ser relevado de su cargo, más por grillas internas y “fuego amigo” que por una evaluación negativa de su desempeño, es Guillermo Alberto Hidalgo Vigueras, secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal.

Los interesados en su remoción —entre quienes habría que mencionar al subsecretario de Seguridad Pública del estado, Armando Toxqui Quintero, y al secretario de Desarrollo Social del ayuntamiento, Víctor Manuel Giorgana Jiménez, entre otros— quieren poner al frente de esa dependencia al actual director de Tránsito del municipio, Manuel Alonso García.

La apuesta de Giorgana, con la salida de Hidalgo Vigueras, es incrementar su influencia al interior del ayuntamiento, y la de Armando Toxqui deshacerse de un personaje incómodo, al que no ha podido hacer entender que la Policía Municipal debe operar como una corporación dependiente de los lineamientos estatales, es decir, de los suyos.

En el ejercicio de gobierno, Hidalgo Vigueras se ha confrontado con algunos funcionarios municipales y estatales que han pretendido inmiscuirse en la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal o asumirse como su superior en algunos operativos y acciones de la Policía Municipal.

Y son estos conflictos de los que el director de Tránsito Municipal se ha valido para promoverse como el sustituto de aquel, ahora que las versiones sobre su inminente relevo se han reactivado.

Pero el problema es que Manuel Alonso no es ajeno a la red de intereses y corruptelas que aún persisten en la Dirección de Tránsito, a través del pago de cuotas “extralegales” a inspectores y comandantes por parte de permisionarios y choferes del transporte colectivo, sitios de taxi, y operadores de empresas gaseras, refresqueras y de transporte de material de construcción y sustancias peligrosas.

Uno de los últimos desencuentros de Hidalgo Vigueras con funcionarios estatales ocurrió la noche del 13 de enero, después de la recaptura del homicida José Martínez Vázquez, quien esa mañana se había fugado del Hospital General de Agua Santa.

Esa noche el secretario de Seguridad Pública recibió varias llamadas telefónicas. Ninguna para felicitarlo.

Casi todas fueron reproches.

Y no por que hubiera reaprehendido al delincuente, sino porque lo presentó a los medios de comunicación, no como resultado de una acción coordinada de todas las policías del estado, sino como un logro de la Policía Municipal.

INTRAMUROS
Uno de los mayores retos del PRI y el PAN en las próximas elecciones federales será cómo llegar a sus potenciales votantes o, mejor dicho, cómo persuadirlos para que sufraguen por sus candidatos a diputados federales, ahora que ya no podrán contratar, ni pautar de manera directa, radio y televisión.
Como consecuencia de la reforma constitucional de 2007, el nuevo Reglamento de Acceso a Radio y Televisión en Materia Electoral no sólo prohibe a partidos políticos y candidatos la contratación de spots, facultad que ahora se delegó en el Instituto Federal Electoral (IFE), sino que restringió a éstos el tiempo de promoción.

Las nuevas campañas en radio y televisión se limitarán a 60 días, en un horario de 6 de la mañana a 12 de la noche, y a 41 minutos por emisora, de los cuales el 30% se asignará de manera igualitaria, y el 70% de acuerdo con el porcentaje de votación obtenido por cada partido en la última elección federal.
El problema para los estrategas electorales —y vaya que lo es— es que las estaciones y los horarios de transmisión de los spots se fijarán al azar, pues unas y otros serán sorteados por el IFE.

Ello significa que en lugar de los 20 o 30 spots que antes el PRI o el PAN contrataban para influir sobre un determinado target o segmento electoral, hoy sólo dispondrán —en las 18 horas de programación— de 9 u 11 anuncios de 20 segundos cuando mucho.

Frente a esta nueva realidad, pocos son los partidos tanto a nivel nacional como estatal que se han preparado para encarar el reto, y sacar provecho de las nuevas tecnologías, de las que ahora tendrán que echar mano para acercarse a los electores, sobre todo a los más jóvenes de 18 a 25 años.

En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la internet y la telefonía celular jugaron un papel crucial para que Barack Obama ganara, primero la nominación de los demócratas, y luego la contienda constitucional frente el republicano John McCain.

El primer presidente negro en la historia de los Estados Unidos utilizó el correo electrónico, la página web, el YouTube, el Hi5 y la mensajería celular para recaudar 600 millones de dólares, proyectar su imagen en todo el mundo, organizar a 35 mil grupos de voluntarios y comunicarse con miles de seguidores y simpatizantes de su campaña.

En Puebla existe un mercado de casi un millón de cibernatutas, entre los que se incluyen niños y adolescentes, que no está siendo atendido por partidos y candidatos —salvo contadísimas excepciones—, y al que los políticos no han sabido llegarle, en buena parte porque desconocen el medio y sus alcances, y porque cuando lo han intentado —sin mucha creatividad e imaginación— se les ha revertido.

En Puebla, los políticos se han valido de la internet, los blogs, el YouTube y otros medios digitales para emprender campañas negras contra de sus adversarios, más no para organizar a sus activistas y seguidores, integrar redes de apoyo, y subir mensajes que les atraigan potenciales votantes.
Sin embargo, hoy que las posibilidades de acceder a la radio y la televisión se han restrigido y que la circulación de los medios impresos viene en picada, no estaría de más que voltearan la cara a los medios digitales cuyas audiencias no sólo se multiplican, sino que ofrecen mayores ventajas en términos de costo, horarios y target idóneos.

EN CORTO
Un acusioso lector me pide no dejar de observar que en la fiesta de cumpleaños del arzobispo de la Iglesia Ortodoxa Antioqueña, Antonio Chedraoui  Tannous, celebrada el sábado de hace ocho días en el excliusivo fraccionamiento residencial Bosque Real del estado de Mèxico, varios fueron los políticos e invitados que llegaron en helicóptero, entre ellos el rector de la Benémerita Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez.

Y en efecto, el rector Agüera fue captado por las cámaras de la revista Quién descendiendo de un brillante helicóptero color rojo.

Otros ligados a Puebla que también llegaron en aeronave a esa comilona —por los 77 años del arzobispo Chedraoui— fueron el hermano de Luis Miguel, Alejandro Bastieri y Gerardo Islas.

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Simón dice:
“Después del poder, nada hay tan excelso como el saber tener dominio de su uso”
Jean Paul Richter, escritor alemán.

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Esta es la pregunta que algunos priístas se hacen de Don Maximiliano Silerio Esparza, quien en no pocas charlas de café sobre la sucesión gubernamental ha recomendado no descartar al presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier, como un serio prospecto a la gubernatura del estado.

Y esa duda tiene cierta dosis de morbo, pues no es desconocido que el secretario regional del Comité Ejecutivo Nacional del PRI era hasta hace unas semanas un firme convencido de que el actual secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala, era la mejor alternativa del PRI rumbo a los comicios locales del 2010.

No quiero decir con lo anterior que Don Max ya abandonó la promoción del Proyecto Z.

Simplemente subrayo que el colmilludo ex gobernador de Durango y ex líder de la Confederación Nacional Campesina ha comenzado a explorar, como otros priístas de alto rango —entre los que invariablemente hay que incluir al gobernador Mario Marín Torres— otras alternativas, ante la eventualidad de que López Zavala no repunte en su posicionamiento electoral.

Don Max seguramente debe estar enterado de lo que revelan las encuestas y grupos de enfoque sobre el secretario de Desarrollo Social del gobernador, que ciertamente es el aspirante más conocido del PRI en el estado, que es percebido como el favorito del gobernador —con todo lo bueno y malo que ello conlleva—, y que si hoy fueran las elecciones él sería la mejor opción, pero también que pesan más sus atributos negativos que positivos, que sus niveles de confianza son bajos, y que entre los electores volátiles su candidatura es de las de menos potencial.

Por el contrario, el dirigente estatal del PRI registra un bajo nivel de conocimiento, sin embargo este factor no es motivo suficiente para desecharlo, y menos cuando quienes lo conocen lo identifican como un rostro joven y nuevo del PRI, institucional, trabajador y con experencia en la adminstración pública y en cargos de elección popular.

Lo que más se le crítica a Alejandro Armenta es su proclividad y subordinación al zavalismo, por un lado, y, por otro, que ni su discurso, ni sus acciones parecen ser las de un precandidato a gobernador.

En un escenario de alta competencia electoral, donde los comicios de gobernador se adelantarán del segundo domingo de noviembre al primer domingo de julio de 2010 —circunstancia que dejaría fuera de la puja a la presidenta municipal Blanca Alcalá Ruiz y al rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez— la opción de Alejandro Armenta no resulta descabellada.

Y menos, si como parece, el PAN postula al hoy senador Rafael Moreno Valle, y Javier López Zavala sigue sin generar confianza entre los electores volátiles y sin convencer a los factores reales de poder en Puebla, más allá de las siglas del PRI, de que su candidatura no es el principio de un maximato camuflajeado, ni el continuismo del marinismo.

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Pedro y Pablo Maccise Jacobo ofrecerán la noche de este miércoles una cena en apoyo a las aspiraciones de Juan Pablo Piña Kurczyn como candidato a diputado federal del PRI por el distrito 9 de Puebla.

La cita es a las 20:30 horas en el Centro Mexicano Libanés y a la cena han sido convocados alrededor de 200 empresarios de esta comunidad. Juan Pablo Piña es hijo del ex gobernador Mariano Piña Olaya y la abogada Patricia Kurczyn de Piña.

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Ahora que por diferentes encuestas sabemos que el aspirante mejor posicionado a la gubernatura de Puebla no es un priísta, sino el camaleónico Rafael Moreno Valle Rosas ––lo de camaleónico no es gratuito––, vale la pena analizar qué pasa con la cantera de precandidatos del PRI, que en mi opinión se reduce a un sólo personaje: el secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala.

Sustento mi hipótesis en los porcentajes de posicionamiento e intención de voto que se han dado a conocer en diferentes encuestas, en el adelantado calendario electoral de los comicios locales, y en las condiciones en que se encontrarán por allá de febrero o marzo de 2010 algunos de los aspirantes punteros del PRI.

Además de López Zavala, los estudios demoscópicos que se han publicado apuntan a dos o tres aspirantes adicionales para pujar por la nominación del PRI a gobernador: la presidenta municipal, Blanca Alcalá Ruiz; el ex alcalde Enrique Doger Guerrero y el actual rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez.

Los demás precandidatos del PRI —entre los que figuran Mario Montero Serrano, Jorge Estefan Chidiac, Jesús Morales Flores y Alejandro Armenta Mier— aparecen hoy con bajos niveles de conocimiento y bajísimos porcentajes de intención de voto.

Revisemos ahora el caso de los tres punteros.

Algo que no hay que perder de vista en el análisis es la Reforma Constitucional en materia electoral aprobada por el Congreso de la Unión, por la cual los comicios locales se adelantarán ––y eso no está a discusión–– del segundo domingo de noviembre al primer domingo de julio del 2010.

Con esta reforma constitucional, el calendario electoral de Puebla también se modificará, sobre todo en los plazos de precampaña y registro de candidatos. Si las elecciones para gobernador se llevan a cabo el primer domingo de julio, ello significa que el PRI y los demás partidos estarían sacando sus candidatos en febrero o marzo de 2010.

Bajo estas condiciones, Blanca Alcalá apenas y llegaría a rendir su segundo informe de labores, pues de inmediato deberá solicitar licencia para separarse del cargo. De más está decir que su compromiso ante notario público de gobernar la capital por tres años será una lápida muy pesada en pleno proceso electoral.

Para el rector de la BUAP la situación es igual de compleja.

Enrique Agüera no sólo tendría que asegurar su reelección el año entrante, sino preparar a marchas forzadas a su sucesor, quien necesariamente tendría que salir de una nueva auscultación sectorial por voto universal, directo y secreto. Las elecciones para rector de la BUAP son en septiembre de 2009 y la toma de posesión en octubre.

Cuatro o cinco meses después —es decir, en febrero o marzo de 2010—, Agüera tendría que renunciar para poder participar en el proceso interno del PRI por la candidatura a gobernador. En tal escenario, el Estatuto Orgánico de la BUAP prevé que si el rector renuncia antes de dos años, el Consejo Universitario designa a un rector interino que convoca a nuevas elecciones en un plazo no mayor de 90 días.

Dicho proceso necesariamente se empataría con la elección constitucional, y por tanto la Universidad correría el altísimo riesgo de partidizarse.

El único aspirante que al PRI le quedaría entonces, además de López Zavala, sería Enrique Doger.

Pero el ex alcalde tiene varios problemas: carece de operadores y de una estructura a nivel estatal; está confrontado con el equipo del gobernador Marín, y al seno del PRI se le identifica como un político veleidoso, conflictivo y poco comprometido con los postulados priístas.

Adicionalmente, su imagen pública se ha deteriorado como consecuencia de sus pleitos con varios medios y columnistas, amén de los escándalos de corrupción en que él y algunos de sus colaboradores se han visto envueltos.

Sin embargo, el principal problema de Doger es Mario Marín. El gobernador podrá renunciar a su intento de dejar sucesor, pero una prerrogativa que no va a ceder, sobre todo si López Zavala pierde la nominación, es a ejercer su derecho de veto, y éste tiene como único y principal destinatario al ex presidente municipal de Puebla.

Así las cosas, López Zavala queda como la única carta fuerte que al PRI le queda para confrontar a Moreno Valle en las elecciones para gobernador.

Esta situación es, desde mi perspectiva, altamente riesgosa no sólo por el desgaste a que se verá sometido el secretario de Desarrollo Social de aquí a marzo de 2010, sino por otros factores que las propias encuestas han advertido, como su origen chiapaneco, su menor potencial de voto frente a Moreno Valle y el alto porcentaje de votos de rechazo que concentra entre electores volátiles o switcher.

De ahí mi hipótesis de que al PRI le hace falta ––y con urgencia–– inventarse uno o dos precandidatos emergentes, ya sea para quitarle golpes a López Zavala o para tener a un suplente en caso de que algún escándalo o circunstancia lo dejara fuera de la contienda.

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Si las elecciones para gobernador del 2010 se adelantan del segundo domingo de noviembre al primer domingo de julio, puede dar por un hecho que ni Blanca Alcalá Ruiz, ni Enrique Agüera Ibáñez llegarán a la puja final por la nominación priísta a la gubernatura de Puebla.

La presidenta municipal tendría el inconveniente de faltar a su compromiso, suscrito ante notario público, de gobernar la capital del estado por tres años, y de pedir licencia para participar en el proceso interno del PRI casi inmediatamente después de rendir su segundo informe de labores, por ahí del 15 de febrero de 2010.

Es decir, Blanca Alcalá tendría que dejar el gobierno de la ciudad justo a los dos años de su toma de posesión.

En estas condiciones, muy difícilmente la primera alcaldesa de Puebla estaría en posibilidades ya no de ganar la gubernatura, sino de salir a convencer a los poblanos de ser la mejor opción para el estado, máxime cuando su legado en materia de obra pública para febrero de 2010 se vislumbra como muy modesto, por no usar otra palabra.

La situación para el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es igual o aún más complicada.

Enrique Agüera Ibáñez no sólo tendría que asegurar su reelección el año entrante, algo en lo que ya trabaja y con ahínco, sino preparar a marchas forzadas al que sería su sucesor, y que necesariamente tendría que salir de una nueva auscultación sectorial por voto universal, directo y secreto.

Y es que las elecciones para rector de la BUAP son en septiembre de 2009 y la toma de posesión en octubre.

Cuatro o cinco meses después, es decir en febrero o marzo de 2010, Agüera tendría que pedir licencia o renunciar para poder participar en el proceso interno del PRI por la candidatura a gobernador.

En ese escenario, el Estatuto Orgánico de la BUAP prevé que si el rector renuncia antes de dos años, el Consejo Universitario designa a un rector interino que convoca a nuevas elecciones en un plazo no mayor de 90 días.

Dicho proceso necesariamente se empataría con la elección constitucional, y por tanto la Universidad correría el altísimo riesgo de partidizarse.

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A diferencia de las anteriores marchas y protestas realizadas por los maestros disidentes, la de ayer tuvo como centro al gobierno del estado y al secretario de Educación Pública, Darío Carmona García.

Los profesores que ayer salieron a la calle ya no sólo exigían la remoción de los secretarios de las secciones 23 y 51 del SNTE, y la cancelación de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), sino que el gobierno de Marín defina su postura frente a la Alianza y que Darío Carmona sea relevado de la SEP o que al menos quede fuera de la mesa de negociaciones con los disidentes.

La posición de los inconformes que hoy también amenazan con tomar en cualquier momento las oficinas de la SEP, se explica por el doble discurso de Darío Carmona, que primero alentó el movimiento disidente y ahora, por las presiones del SNTE, los amaga con descuentos y otras sanciones económicas.

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Antonio Galy Fayad fue designado este martes como director regional Pacífico-Centro del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

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La iniciativa de reformas electorales que el Partido Acción Nacional presentó al Congreso del estado el pasado 16 de octubre contempla empatar las elecciones federales con las locales, pero hasta julio de 2015.

Ello significa que el futuro gobernador, es decir, el sucesor de Mario Marín Torres, no tendría un periodo de seis años, sino sólo de cuatro años ocho meses, y que los futuros diputados y presidentes municipales no durarían en su encargo tres años, sino cuatro años ocho meses.

La intención de esta iniciativa panista, que fue turnada a la Comisión de Gobernación de la LVII Legislatura ––sin  que hasta el momento exista una fecha para su estudio y dictamen––, es homologar los comicios locales con las federales, siguiendo el espíritu de la Reforma Constitucional en materia electoral aprobada por el Congreso de la Unión el año pasado.

El proyecto que, de entrada resulta polémico, parte de una realidad innegable: el hartazgo de los poblanos que año tras año estamos metidos en procesos electorales, caracterizados por grillas y enfrentamientos entre militantes y partidos, ausencia de propuestas viables y plausibles, y despilfarro económico y publicitario de los actores involucrados en cada elección.

El calendario político electoral de la última década ha sido el siguiente: En 1998 hubo comicios para gobernador, diputados locales y presidentes municipales; en 1999, plebiscitos para elegir autoridades en juntas auxiliares; en 2000 elecciones para presidente de la República, senadores y diputados federales; en 2001 hubo otra vez comicios para diputados al Congreso del estado y autoridades municipales en los 217 ayuntamientos; en 2002 elecciones para presidente de Juntas Auxiliares; en 2003 elecciones para diputados federales; en 2004 elecciones para gobernador, diputados locales y ayuntamientos; en 2005 elecciones en 644 Juntas Auxiliares; en 2006 elecciones para presidente de la República, senadores y diputados federales; en 2007 nuevamente elecciones para diputados locales y presidentes municipales, y en 2008 elecciones para renovar autoridades en las Juntas Auxiliares de la entidad.

Esta situación, en verdad absurda, ya no debe continuar, no sólo por el enorme derroche de recursos humanos y materiales que se destinan en cada proceso, sino por el irrecuperable tiempo que se invierte en estas elecciones.

La iniciativa del PAN contempla, además, que los comicios locales del 2010 se adelanten cuatro meses, del segundo domingo de noviembre al primer domingo de julio, sin afectar el periodo de gobierno de Mario Marín, cuya gestión concluiría hasta el 31 de enero de 2011.

Los cambios de fondo serían para las autoridades locales entrantes. El más afectado sería el futuro gobernador, quien en lugar de durar seis años, sólo estaría en el puesto cuatro años ocho meses.

En cambio, resultarían beneficiados los próximos alcaldes y diputados al Congreso del estado cuya gestión, por única vez, se prolongaría de tres años a cuatro años ocho meses.

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